Dr. Juan Carlos Oviedo Fernández
Médico Pediatra I Cédula profesional: 3271827
El bebé debe ser alimentado al seno materno desde su nacimiento y en exclusiva hasta los 6 meses, sin embargo puede haber excepciones sobre todo en dos momentos importantes.
La primera es precisamente al nacer, la madre debe estar adiestrada para un correcto amamantamiento, esto quiere decir que previamente debió recibir orientación al respecto para no empezar ignorando la práctica o temiéndole a la misma.
En segunda instancia debe estar físicamente y emocionalmente dispuesta a la lactancia, esto se refiere a que esté sana sin antecedentes que proscriban la alimentación, corroborar que sea un hijo deseado y que el entorno del binomio sea el adecuado.
En tercera es importante verificar que la madre esté produciendo leche desde las primeras horas, de ahí lo aconsejable de acercarle al bebé desde los primeros momentos del nacimiento.
En algunos casos la producción de leche en las primeras 48 a 72 horas no es la suficiente entonces se justifica usar alguna fórmula transitoria para evitar el deterioro del bebé, como deshidratación, fiebre de sed, baja del azúcar en sangre, pérdida del más del 10 por ciento de su peso y hasta crisis convulsivas.
A los cuatro meses se valora sí la cantidad y la calidad de la leche materna ha sido suficiente y esto se obtiene demostrando la satisfactoria ganancia en su peso, talla y aspecto clínico general, de encontrarse bien nutrido debe continuar con seno materno.
Cuando no se han logrado las metas anteriores y la demanda de leche materna es muy frecuente, menos de 3 horas por toma, entonces se puede iniciar alimentación complementaria a base de alimentos naturales.
Se establece un horario para su alimentación durante el día y dejar la noche para dormir exclusivamente.
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