Por: Dr. Gumersindo Gaspar Vázquez Castillo
La anticoncepción se encuentra en contra de la concepción, de la fecundación del ovulo por el espermatozoide (que habitualmente ocurre en el tercio externo de la trompa de Falopio)
Las cosas con orden, como debe de ser todo en la vida, debemos tener tiempos y espacios para comer, dormir, trabajar, hacer el amor, etc., etc.
Así mismo gracias al conocimiento de las ciencias médicas y biológicas en general, conocemos y entendemos que conviene que tengamos ciertas horas del día, por ejemplo, para dormir y la eficiencia en nuestras labores, así como el disfrute de la vida misma es mayor cuando hacemos esto con orden, igualmente la alimentación, el ejercicio, trabajo, hacer el amor etc.
Para tener un orden en nuestra capacidad reproductiva, contamos con los métodos llamados naturales.
Naturales, ya que no se le ingresa nada artificial al cuerpo humano, permitiendo que esta funcione de acuerdo a los parámetros que conlleva el diseño original, sin estorbar, confundir, bloquear y/o suprimir ninguna función, no mutilan al organismo, ni lo contaminan, consecuentemente no hay efectos adversos, reacciones secundarias, alergias ni consecuencias biológicas de ningún tipo.
Incluso mucha gente los prefiere ya que son los métodos de control de la reproducción más sanos, mas naturales y menos nocivos para la salud física del ser humano.
Por otro lado son los más económicos, ya que no se requiere de ningún artefacto o substancia y generan además de la eficacia que se busca en el control de la reproducción un mayor apego en la pareja, ya que se requiere como requisito indispensable, una corresponsabilidad de ambos miembros de la pareja, y ya que la reproducción, el tener hijos es cosa de dos personas adultas, se necesita que estas personas actúen como adultos compartiendo tanto la responsabilidad, como el placer, la comunicación, así como el compromiso y las consecuencias de sus acciones.
Los métodos naturales son fáciles de aprender, generan que la pareja conozca, entienda y respete más su cuerpo.
También descargan el peso que tradicionalmente ha recaído sobre la mujer en la planeación del número y espaciamiento de la descendencia.
Incluso el llevarlos a la práctica, requiere de gráficos y hojas de seguimiento que también le permiten a la pareja detectar anomalías menstruales y consecuentemente para su salud y al médico que atiende a las pacientes, le permiten dichos gráficos conocer las características del patrón menstrual de su paciente y consecuentemente se ahorra en estudios y se mejora en el diagnóstico y tratamiento específico.
Entre sus mayores objeciones se encuentra la eficacia y los periodos de abstinencia.
Los métodos naturales (excepción hecha de coito interrumpido, el cual es tan, pero tan malo, que no debería ser considerado un método)
Con respecto a la eficacia en teoría el Método sintotérmico por ejemplo (combinación de signos periovulatorios y temperatura) se encuentra alrededor del 99%, con un índice de Pearl1 de - 0.2%, similar al uso de anovulatorios (anticonceptivos) que es de; - 0.16%.2
En cuanto a los periodos de abstinencia, en lugar de ser una limitación, fortalece la voluntad, propicia otras formas de expresión cariñosa del amor, permitiendo renovar y recrear el misterio y romance en cada ciclo. Esto fomenta:
El fin unitivo (I) que tiene el acto conyugal, ya que este busca en la pareja una total compenetración a nivel físico, psicológico y espiritual; que sean una sola carne y un solo espíritu.
A través de la donación, de la entrega total, y de la acogida en el amor, trata de permear al uno con la persona del otro.
Es esta unión tan profunda que manifiesta una entrega de la totalidad de las personas (totalidad de sus tres esferas, totalidad que implica exclusividad y totalidad espacio-temporal).
Este fin es la expresión del máximo compromiso de entrega entre dos personas. Busca comunicar el amor que es donación, amor que es decisión de la voluntad de contribuir a la felicidad del otro3.
El fin procreativo (II):
El acto sexual al involucrar también a la parte espiritual de la persona, trae una trascendencia de fecundidad no solo física, sino también espiritual.
La pareja a través de este acto íntimo de amor, tiene el gran don de poder contribuir a la creación de un nuevo ser, tiene la facultad de ser procreador.
En la sexualidad se da un nexo intrínseco entre amor y vida.
El amor de la pareja busca que no se termine en sí mismos, sino que se traduzca en una fecundidad de amor al exterior y en este caso, fecundidad de amor en el propio hijo3
- 1El índice de Pearl consiste en el número de embarazos no planificados por cada 100 mujeres al año, es decir el número de embarazos que sucederían en un grupo de 100 mujeres utilizando el método de forma correcta durante un año
- 2Philippe, HJ; Jamin O; Martin MT (mayo de 1992). «Natural métodos of contraception». Revue de l'infirmière 42 (9): 58-60. PMID 1514009.
- 3(Gotzón, 1996: pp.19-42)